Lentejas,
habas o guisantes fueron otros alimentos que los primeros canarios trajeron al
archipiélago. Un grupo de alimentos muy importante en la alimentación humana
que también se cultivan para complementar la dieta de animales, aunque son más
exigentes en clima, suelo y agua que cereales como la cebada.
En
los yacimientos grancanarios destaca la presencia de tres leguminosas: la
lenteja (Lens culinaris),
que se adapta fácilmente a terrenos áridos, por lo que probablemente fuese la
predilecta en el sur de la isla. Las habas (Vicia
faba) y guisantes (Pisum
sativum) (o arvejas, nombre canario derivado del portugués ervelha) también aparecen en
la dieta prehispánica.
Además,
las tres ayudan a fertilizar el suelo, ya que son plantas fijadoras de
nitrógeno en el suelo, reduciendo la necesidad de largos periodos de barbecho.
Imagen: Gourdon, J., Naudin, P. (1865-1871). New York Botanical Garden.